domingo, 24 de febrero de 2013

El vuelo (The flight). La vuelta de Robert Zemeckis

Después de varios años experimentando con nuevos modelos de animación, el creador de la saga de “Regreso al futuro”, Robert Zemeckis, vuelve a dirigir personajes reales para presentarnos “El vuelo”, una bajada a los infiernos de un piloto de aviones alcohólico.

El capitán del vuelo 227 a Atlanta, Whip Whitaker (Denzel Washington), es un alcohólico con una complicada situación familiar, que toma los mandos del avión bajo los efectos del alcohol y las drogas. Todo se complica cuándo por un fallo mecánico, el avión tiene un accidente y mueren parte de los viajeros y de la tripulación. Whip debe enfrentarse a una investigación sobre su vida privada y a un juicio en el que se decidirá si pasará unos cuántos años en la sombra. Durante la estancia en el hospital, después del accidente, conoce a Nicole (Kelly Reilly), una drogadicta con verdaderas ganas de dejarlo y que le intenta convencer para que él también lo haga.

El personaje interpretado por Denzel Washington intenta varias veces enfrentarse a su problema de alcoholismo sin conseguirlo, y vive atormentado por sus problemas, pero no quiere cambiar, necesita un golpe de la vida para darse cuenta que ha elegido un mal camino y volver a la buena senda. Si, la película nos ofrece una buena dosis de moral sobre lo que está bien y lo que está mal, según la hipocresia típica americana.


Excepto los primeros veinte minutos que resultan trepidantes, la sensación que te produce es de sopor. Según pasan los minutos, los problemas de Whip te dan más igual, de hecho, hubiera sido preferible que hubiera muerto en el vuelo accidentado. Denzel Washington está pasable, poco más, con escenas desiguales. Le resulta complicado mantener el personaje e imposible buscar empatía con el espectador. 

Aún así, se ve la mano del director. Los primeros veinte minutos, que incluyen la secuencia del accidente de avión, tienen mucho ritmo. La primera escena con el protagonista en una habitación de hotel, despertando de una buena borrachera es excelente. Quizá esta escena sitúa el listón de la película muy alto y después, no se consigue la continuidad rítmica para que no pierda interés.

Por buscarle algo bueno, John Goodman, como amigo camello del protagonista, es magnífico y nos deja los mejores momentos de la cinta. Su personaje se presenta sólo con la acertada "Sympathy for the devil", de los Rolling Stones.

En fin, después de esto, esperaremos la siguiente película de Zemeckis, a ver si es capaz de volver a producir películas como "Regreso al futuro", "Forrest Gump" o "¿Quién engaño a Roger Rabitt?".

Aquí os dejamos el trailer y la ficha técnica:

Dirección: Robert Zemeckis
Guión: John Gatins
Duración: 138 min
Año: 2012
País: Estados Unidos

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