lunes, 2 de diciembre de 2013

De tal padre, tal hijo. La lucha de los vínculos familiares

Hace cosa de un mes y medio, en las crónicas que realizamos de la pasada edición del Festival de Cine de San Sebastian, destacamos una película sobresaliente de la Sección Perlas que no sólo nos cautivó a nosotros, sino también a miles de espectadores más que finalmente le otorgaron en el marco de certamen el Premio Wuaki del Público. Ahora llega a nuestros cines avalada no sólo por los premios recibidos (obtuvo también el Premio del Jurado en el pasado Festival de Cannes), sino por las maravillosas críticas otorgadas allá por donde pasa. 

"Like father like son" o "Del tal padre, tal hijo" como se llama en nuestro país, es el nuevo trabajo del director japonés Hirokazu Kore-eda quien es toda una institución en su país, comparable a nuestros Pedro Almodóvar, Alejandro Amenábar o Fernando Trueba, y quien retrata con una maestría que pocos conocen, el mundo de la infancia y el difícil vínculo que éste tiene con el mundo de los adultos. 

Ya lo hizo en títulos como "Nadie sabe", "Still Walking (Caminando)" o en la más reciente "Kiseki (Milagro)", obras que han hecho de este director el maestro del cine familiar nipón, no tanto por hacer cine PARA toda la familia, sino SOBRE toda la familia. Con "De tal padre, tal hijo" vuelve a darnos una lección de excelencia cinematográfica y desarrollándonos el tema de los vínculos familiares, nos plantea un debate que tiene difícil solución: Entre un padre y un hijo que tiene más fuerza ¿El vínculo biológico natural que los une o el vínculo afectivo creado durante la infancia? 


Ryoata (Masaharu Fukuyama), un arquitecto obsesionado por el éxito profesional, vive felizmente con su esposa (Machiko Ono) y su hijo de seis años (Keita Ninomiya). Su mundo, que está lleno de comodidades, se vendrá abajo cuando los responsables del hospital donde nació su hijo le comunican que debido a una confusión, el niño fue cambiado por otro. Después de esta noticia, al matrimonio no le queda más remedio que enfrentarse a una difícil decisión: recuperar a su verdadero hijo o seguir criando al pequeño con el que llevan seis años.

La modestia oriental que caracteriza a este director impregna todo el metraje llenando sus escenas de cotidianidad y de detalles que dicen tanto por lo que muestran como por lo que callan. Sin diálogos grandilocuentes ni excesivos dramas en una situación tan complicada como esta, Kore-eda sabe perfectamente cómo hacer sentir al espectador esa desesperación y consigue de manera sencilla, emotiva y cuidada un impacto desgarrador. 

Imposible olvidar las miradas de los personajes, las vivencias de los mismos y sobre todo, la manera de enfrentar esta situación por parte de los niños que más allá de la vinculación familiar, lo que necesitan es atención, cariño y sobre todo compañía por parte de los padres. 

La fotografía, la música, las interpretaciones... todo fluye a la perfección para contar este drama familiar que se ha convertido para nosotros en una obra maestra cuyo poso recordaremos de por vida. Y esta sensación parece ser que no es sólo nuestra: Steven Spielberg a través de su productora Dreamworks, ya ha comprado los derechos de esta pequeña joya, para producir la versión americana que esperemos no estropee la maravillosa esencia de la original.

Aquí os dejamos el trailer y la ficha técnica:
Dirección: Hirokazu Koreeda
Guión: Hirokazu Koreeda
Intérpretes: Masaharu Fukuyama, Yôko Maki, Machiko Ono, Lily Franky, Keita Ninomiya
Duración: 120 min
Año: 2013
País: Japón



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